Entender la adolescencia: «el adolescente es un ser en tránsito»

Entender la adolescencia: «el adolescente es un ser en tránsito»

La adolescencia es una etapa única en todo el ciclo vital, en ella se concentran muchos cambios de distinto tipo. Los años de adolescencia transforman a quien la inicia y le convierten en un adulto. El adolescente sufre porque tiene que comprender e integrar todo lo que está experimentando, porque además pasar el Rubicón implica una ruptura con lo que fue y la creación de algo nuevo en términos fundamentalmente de identidad, tratando de responder a la pregunta ¿quién soy yo?

El adolescente cambia por dentro y por fuera. Su cuerpo se transforma con rapidez, aparecen los caracteres sexuales secundarios, el estirón, se perfilan los rasgos faciales etc. y por supuesto se cambia por dentro, aparece el pensamiento crítico, la oposición a la autoridad, el egocentrismo….. Todo esto sucediendo casi a la vez genera en el adulto cierto rechazo por estos seres en tránsito, porque con frecuencia en la relación con ellos aparece el conflicto, especialmente en el entorno familiar y escolar.

El adulto debe hacer el esfuerzo de comprender lo que está pasando y empatizar con el adolescente para poder si quiera aproximarse a lo que está sintiendo. Ayudará mucho, sobre todo al principio del proceso no emitir mensajes contradictorios como “ay, ya no eres un niño”, “como has cambiado, antes te gustaba….”, “dónde está mi niño”, “ ya no….” y mensajes similares que sin darnos cuenta generan en ellos confusión y a veces resistencia a crecer o por rebeldía todo lo contrario, exacerbando sus cambios.

Acompañemos el tránsito sin reproches y sin censuras porque lo que están haciendo es exactamente lo que tienen que hacer: crecer. La vida se expresa con pasión a través de ellos y esto, sencillamente es un milagro. No olvidemos, no obstante la etimología de la palabra pasión, del latín passio, passionis, ‘sufrir, aguantar’. La labor, no será fácil. Necesitaremos firmeza y confianza para acompañarles y alentarles hacia la comprensión de sí mismos, de la vida y del mundo. Ánimo¡

Mayte Helguera